LA PRIMERA FECHA DE MÚSICA MODERNA

25 y 26 de Marzo de 2022
Ciudad de México

Habiendo cumplido exactamente un mes del lanzamiento del álbum, comenzaron las presentaciones en vivo de Música Moderna y habíamos decidido inaugurar la gira en Ciudad de México. Entre viernes y sábado se hicieron dos funciones cada noche y una matiné, en las que Augusto Bracho tocó el disco de principio a fin y en la manera en que fue escrito en su casa: completamente acústico. No hubo ningún intermediario entre Bracho con su guitarra y los oídos del público. 

El recinto fue el Teatro Lola Cueto, ubicado en una emblemática calle empedrada cerca del corazón de Coyoacán y fue escogido para la presentación por Augusto mucho tiempo antes del lanzamiento. Aparentemente, antes de la pandemia, había asistido al foro para un concierto del clavecinista Emil Rzajev, dentro de un ciclo que se llama «La música de cada jueves» y quedó encantado con el espacio. 

Se trata de una sala pequeña, con capacidad para no más de cuarenta personas, que fue hecha por Pablo Cueto con la intención principal de albergar presentaciones de títeres. Pablo es un increíble artista titiritero que continúa la labor artística de su madre Mireya y su abuela Lola, cuyos retratos se pueden apreciar en alto de la sala. El arte de la familia Cueto se puede rastrear cien años atrás a través de distintas disciplinas, pero con un legado especial dentro del mundo y la tradición del títere en México.

A Pablo lo conocimos el día que nos mostró el espacio durante nuestra visita de reconocimiento, y de entrada nos quedó claro que es un artista todo terreno. Tanto Bracho como yo quedamos maravillados cuando nos mostró el escenario y las figuras de su más reciente obra acerca de García Lorca.

El segundo día de funciones, Pablo nos mostró una camisa que él mismo bordó durante la pandemia; de manta y con la “A” de anarquía circulada en la espalda. También nos platicó que ha pasado temporadas como albañil y trabajador multioficios en Estados Unidos, así que él mismo ha moldeado con sus propias manos el espacio, desde la colocación de puertas, adaptaciones a la instalación eléctrica, modificaciones en los muros e incluso construyó su propia consola de luces para el escenario. Me pareció muy atinado cuando Bracho lo nombró como “El Corsario Bondadoso de Coyoacán”.

Durante ambos días de presentaciones, tuvimos la fortuna de contar con la presencia de Glenda y Juan Pablo, de Pan Pa Ti, quienes recibían a la gente en el espacio previo a la sala y ofrecían alguna bebida caliente para acompañar unas deliciosas mini canillas (pan salado tradicional venezolano) con rellenos variados, que ellos mismos habían preparado. 

Dentro de la sala, acomodamos sobre el escenario un conjunto sencillo de elementos que, a mi parecer, generaba un efecto muy especial de transportarnos a la sala de la casa de Bracho. Estaba al centro el tapete rojo, con su silla y mesita de madera, sobre la cual había un florero (de su casa, también) con nueve flores, todo iluminado por la misma lámpara que ha acompañado a Bracho a través de múltiples cantinazos y seguramente lo iluminó en su hogar al momento de escribir estas canciones. 

Una vez que estuvimos acomodados todos dentro del pequeño teatro, la sensación de estar en la sala de su casa se completó con el inicio de La corazonada. Se podía escuchar todo el rango dinámico de la guitarra y a Bracho de viva voz. Me pareció cautivador. Me quedó muy claro porque él había escogido este lugar para presentar la música y comenzar la gira.